A casi dos años de que el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llevaran a cabo la firma del Acuerdo para la Terminación Definitiva del Conflicto armado, persiste la incertidumbre de la guerra debido a la dificultad de concretar la base fundamental del pacto.

Así lo describe el exsenador del Partido Liberal Juan Manuel Galán, quien en una entrevista con Efe sostuvo que "la parte fácil en Colombia la superamos, que fue la guerra. Ahora viene la más difícil, que es ganar la paz".

Una negociación "demasiado larga" -aunque incomparable con los 53 años que duró el conflicto-, el "desgaste" en la opinión pública, los "pocos avances" en la implementación del Acuerdo, la política de drogas y la transición de un Gobierno a otro han provocado rupturas que podrían terminar de fracturar el diálogo.

Galán, quien trabaja para recuperar el partido Nuevo Liberalismo que fundó su padre -Luis Carlos Galán, asesinado por Pablo Escobar en 1989-, sostiene que hubo "muchas ventajas en el proceso de paz", pues se profundizó en "los puntos fundamentales del conflicto armado".

Pero ha sido la paz una tensa calma que ve cómo el tiempo abre las grietas de la política colombiana.

"Los primeros dos puntos del acuerdo no han tenido avances y esos son los dos puntos que atacan las causas de la guerra", apunta Galán al referirse al "catastro multipropósito" y la participación política de las víctimas.

Está pendiente, abunda, "que se trace el mapa de la propiedad rural en Colombia o el acceso de los campesinos a la tierra para que sean los titularles de sus tierras, pues han sido poseedores durante muchos años y no tienen título de propiedad".

Esto deja a los campesinos sin acceso a créditos ni procesos productivos, asociaciones o cooperativas, advierte el político.

Pero también fracasó en la última elección el segundo punto del Acuerdo: "Que las víctimas tengan escaños en el Congreso garantizados durante un número determinado de períodos, con el fin de que territorios y poblaciones, afectadas durante muchos años por la guerra, tengan esa representación política que no han podido tener".

Asiente que Colombia "tiene mucho que aprender" del proceso de paz guatemalteco, pese a que en el país centroamericano han pasado 20 años desde el Acuerdo de Paz Firme y Duradero entre el Gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca sin que los acuerdos se hayan cumplido.

Pero eso mismo, reitera, "se debe aprender, para no repetirlo".

Galán participó la semana pasada en el Foro Esquipulas sobre el proceso de paz centroamericano.

Añade que son más de 8,5 millones de personas inscritas en el registro único de víctimas "que están esperando justicia, verdad, reparación y no repetición".

Pero "el desgaste" provocado por la "demora y la transición entre un Gobierno y otro" ha propiciado que "algunos disidentes de las FARC" y muchas de las personas que entraron "a las áreas de concentración hayan vuelto a la guerra".

Es por ello que ve crucial la participación y el proyecto de Reforma Política que fue aprobado en la Comisión Primera del Senado de Colombia en primer debate y que, por unanimidad, busca "modificar las reglas de juego para acceder al poder".

Galán advirtió que ese proyecto debe "ir al fondo del problema histórico que ha tenido Colombia de ausencia de garantías en la participación política y que ha sido una de las principales causas de la guerra en el país".

EFE